domingo, 22 de abril de 2012

VIAJE A CARMELO: El río sin orillas


Enarbolando la bandera del taller, cruzamos El río sin orillas...
Y como dice Saer refiriéndose al viaje de Solís:: "Unos tres meses les llevó a las tres naves y a los sesenta hombres que lo acompañaban, llegar de las costas andaluzas al Mar Dulce. Aunque de verdad avanza­ban en el espacio, iban también retrocediendo en otro pla­no, en la dimensión insospechada del propio ser que, sin los límites frágiles que mantiene una sociabilidad conven­cional, vacila en el borde sin fondo de la regresión que des­mantela, una a una, las capas de una supuesta esencia humana. En la geografla desmesurada de América los es­peraban aspectos semienterrados y semiolvidados de sí mismos."
Y es así, como nos parece que recrear en estos tiempos la experiencia de navegar sus aguas, también implica en cierta medida "retroceder a otro plano" a una dimensión insospechada del propio ser, que por estar inmersos en la gran urbe, dejamos de tener conciencia de su dimensión desmesurada...
Tan ancho era el río que Solís acababa de descubrir que, después de haber probado sus aguas, lo llamó el Mar Dulce... y para nosotros, siguiendo la metáfora de Saer, El río sin orillas...

Fotos del concurso fotográfico en facebook Carmelo 2012 de: Natacha Alarcon, Romina Bernabeo, Sofi de la Torre, Tatiana Zabala.
Los textos encomillados son de Juan José Saer, El río sin orillas, Centro editor de América Latina, Buenos Aires, 1982.

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