jueves, 28 de junio de 2012
Gaudí 160° aniversario - 2° parte
"Me parece que pasado, presente y futuro deben estar, como un
continuo, activos en el interior de la mente. Si no es así, los
artefactos que hagamos carecerán de profundidad temporal, de
capacidad de asociación. Mi preocupación por la validez última
de los divergentes, y a menudo aparentemente incompatibles,
conceptos de espacio y las soluciones accidentales, o
circunstanciales, encontradas en épocas pasadas en diferentes
lugares del mundo, debe ser entendida bajo la luz de lo
anterior. Ha llegado la hora de reconciliarlos, de volver a unir
el significado, humanamente esencial, dividido entre ellos.
El hombre, después de todo, ha estado acomodándose físicamente
en este mundo durante miles de años. Su genio natural ni ha
aumentado ni disminuido durante ese tiempo. Es obvio que el
alcance completo de esta enorme experiencia medioambiental no
puede ser contenida en el presente a no ser que miremos, como a
través de un telescopio, el pasado, es decir, la totalidad del
esfuerzo humano dentro de él. Esto no es una indulgencia
histórica en sentido limitado, ni una cuestión de viajar hacia
atrás, simplemente ser consciente de lo que e x i s t e en el
presente, de lo que ha viajado hacia él; la proyección del
pasado hacia el futuro vía el presente creativo." (1)
La puerta Miralles, esta obra de Gaudí, quizás haya sido, como una visión en sueños, un secreto homenaje a un futuro Enric. Y Enric, en su mercado de Santa Catarina, retribuye ese homenaje a un gran maestro de la arquitectura catalana. Y estas palabras de Van Eyck le dan sentido a esa ondulante relación temporal.
(1) Aldo Van Eyck, El Interior del Tiempo.
foto superior: https://picasaweb.google.com/lh/photo/8zR1_XVm8L8LNKCs4R8RDw
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