domingo, 8 de julio de 2012

ENTREGA FINAL: foto-montajes y maquetas

De nuestra reciente entrega final en el taller de TFC mostramos una selección del muy buen material producido por los estudiantes, en este caso foto-montajes y maquetas.
Y para comprender de qué se trata el trabajo implicativo que desarrollamos en el taller, nada mejor que reproducir una memoria de uno los equipos (G3):
Una memoria

—¿Viajas para revivir tu pasado? —era en ese momento la pregunta del Kublai Kan, que podía también formularse así: ¿Viajas para encontrar tu futuro?
Y la respuesta de Marco Polo:
—El allá es un espejo en negativo. El viajero reconoce lo poco que es suyo al descubrir lo mucho que no ha tenido y no tendrá.
Volví. El sitio que abandoné porque allì no me encontraba. Pensaba que buscando, me encontraría,  sin embargo me fui de Carmelo buscando un destino, buscando la claridad que se posee cuando uno sabe a donde va.
Hoy me recibe un puerto desconocido, mi puerto. Desde la otra orilla, el hierro rojo tiembla en su reflejo.  Esta conocida imagen me traslada a la estaticidad de mi pasado.  Volví sobre mis pasos, ahora la mirada hacia un nuevo amanecer: el tamis anaranjado que colorea mi río hoy se funde con la sinuosidad de una nueva conexión,  en la que identifico aquella historia.
Me pregunto cual fue el inicio. Si es que acaso lo hubo. Un viejo amigo me contó de los distintos procesos de esta continua construcción. Llegaron de distintos mundos, cada uno con su técnica: invirtieron columnas, construyeron ruinas, montaron estructuras de varillas sobre los frentistas, grafitearon la Cuaternidad.  El pueblo entero indagó a los constructores, y luego de una incierta mirada contestaron, lo seguro no es seguro, es terrible. A medida de que las construcciones avanzaban nos dimos cuenta que todas hablaban: hablaban entre ellas, hablaban con nosotros, hablaban con nuestra tierra, todas hablaban una misma lengua.
“Recorre las calles. No todo fue tan blanco ni negro, no todo fue tan negativo. Incluso atraversaron mi manzana pero respetaron mi reposo. Cada intervencion se ajustó a la precisión de los detalles. El orden no implica Belleza..... El diseño no es hacer Belleza, La Belleza surge por selección, afinidad, integración, amor.”
¿Habrán tenido una idea? ¿habrán dejado volar sus pensamientos para luego encontrar la magia que hoy caracteriza este lugar? ¿Habrán ellos sentido la seguridad de saber adónde iban? ¿Como la que sentí cuando partí de este lugar?
¿Tuvieron un inicio o se fueron sorprendiendo ellos igual que yo ahora en un paisaje en el punto justo del hervor hacia el infinito? Han dejado tantos rastros, y a su vez la gente tantos rastros sobre sus obras que creo que lo unico que podrian percibir en aquel momento era la sensación de que este paisaje penetraría en el mutable mundo de sus ideas inagotables. No podrían ellos haber encontrado un principio definido como un punto, definitivamente no. Sus ideas son su mismísimas construcciones, y sus construcciones a la vez, se modifican como sus ideas. Aquí existe la precisión y el remolino que no se halla en lo abstracto, ni relativizando nuestro pueblo como si fuera cualquier otro lugar. No hay obra de arte que no haga un llamado a un pueblo que no existe todavía. Definirieron este lugar, lo precisaron. Dejaron que la bruma de las ideas del mundo arrasaran con nuestras llanas tierras y nadaran en mi río.
Creo que el tránsito no fue sencillo, lo digo por que creí que mi viaje si lo sería y sin embargo los obstáculos, los distintos idiomas, las distintas etnias y sabores no lo fueron. Ese viaje penetró mi vida, mi mente, sus vidas, sus mentes.
Jamás podrían haber plasmado el aura del mundo de sus ideas si hubieran establecido un órden lógico, un itinerario, una secuencia. No podría explicar en palabras aquello que es indescriptible para mis antiguos vecinos, sería reducir ingenuamente lo que evidetemente fue mas alla de lo lógico, no me sentiría capaz de describir un sin-sentido sin caer en el aberrante error de decir que finalmente sí lo tiene.
Se lo conté a él, y se lo contaré a todo aquel que quiera escucharme, esta gente no encontró un principio, sin duda no lo buscó, sin duda se enfrentó a la desesperación del no saber y de ese recóndito y a veces temible lugar, brotó la ciudad que hoy recorro. La crisis se hizo forma. Ponerle un límite a su vuelo no es posible. Esta ciudad, sus formas y sus calles no tienen un fin.
Me fui por las calles, paseando a la deriva. Percibí las medianeras y los huecos, los puentes y las vías con callejas tortuosas, escaleras, callejones sin salida, tugurios, y me interrogué sobre la relación misteriosa de objetos tan diversos, contemplé la verdadera forma de la ciudad. Las esquinas me hablaban de besos secretos, los bancos de las calles de sueños complejos; y pasando por la calle anterior la luz de otro sol me hizo desconocerla. Acabaremos atribuyendo al ambiente físico el mismo determinismo que el funcionalismo ingenuo ha atribuido a la forma. Reacciones y relaciones son difícilmente individualizables de modo analítico; están comprendidas en la estructura de los hechos urbanos. Desde…
Encontraron un método, tal vez sin saber que lo estaban buscando. Yo ahora me doy cuenta, la ciudad tiene una marca. Fue un encuentro:
el lugar y su historia hablaron con sus técnicas y conocimientos, sus saberes dialogaron con sus más lejanas sugestiones.
Habián formado un método, sus avances, a veces desmedidos, les permitieron abrir nuevas vías, nuevos puntos de vista, nuevos lenguajes, nuevos rasgos.
Obviamente, donde hay un cuerpo no hay un espacio vacío. Sin embargo, hay un espacio lleno donde hay vacío.  Los hombres, ellos aún están, al igual que antes, pero con distintos movimientos. Recorren paseos  inimaginados, atraviesan espacios que se hacen públicos, se congregan en lugares que revelan su institución.
Las ciudades, como los sueños, están construidas de deseos y de miedos, aunque el hilo de su discurso sea secreto, sus reglas absurdas, sus perspectivas engañosas, y toda cosa esconda otra.
—No tengo ni deseos ni miedos —declaró Kublai Kan —, y mis sueños están compuestos o por la mente o por el azar.
—También las ciudades creen que son obra de la mente o del azar, pero ni la una ni el otro bastan para mantener en pie sus muros. De una ciudad no disfrutas las siete o las setenta y siete maravillas, sino la respuesta que da a una pregunta tuya.
—O la pregunta que te hace obligándote a responder, como Tebas por boca de la Esfinge.

Me quedo.




Italo Calvino, Las Ciudades invisibles.
Martin Heidegger, El habla.
Louis Kahn, El Orden.
Gilles Deleuze, ¿Qué es el acto de de creación?
Aldo Rossi, La arquitectura de la ciudad.
Lucrezio, De rerum natura.

Este es un cuento-montaje. Un cuento que hubiera podido ser “la idea de partido”, desde la primera palabra sobre la hoja blanca. Sin embargo, es la forma que tomó después hacer las reflexiones, la fuidez que el lenguaje de nuestros pensamientos pedían. El recorrido del cuento es un paseo situazionista dentro de nuestros diálogos.

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