VIAJE LA RUTA DE SALAMONE: Matadero en Azul

Dice Ezequiel Martínez Estrada: "El cuchillo va escondido porque no forma parte del atavío y si del cuerpo mismo; participa del hombre más que de su indumentaria y hasta de su carácter más bien que de su posición social. Su estudio corresponde mejor que a la heráldica y a la historia del vestido, a la cultura del pueblo que lo usa: es el objeto más preciso para fijar el área de una técnica."
Y en la reciente visita que realizamos con el taller en el viaje la ruta de Salamone al matadero de Azul, sabemos que el arquitecto de las pampas adoptó la forma del clásico facón o cuchillo de los gauchos, como elemento simbólico que dotaba de carácter arquitectónico a un programa inédito, como lo eran lo mataderos. La torre-cuchillo fija también aquí el área de una técnica. Una técnica que se implica con una de las actividades más propias de la llanura: la faena de ganado vacuno. El programa de los mataderos respondía a simples y claras condiciones funcionales: el lugar de ingreso de los animales, la sala de las faenas, una pequeña administración, la salida de los camiones, etc.
Programa al que el arquitecto incluyó una fuerte carga iconografica al incorporar "la torre-facón" en muchos de los ejemplos que visitamos, y en este tal vez, el más obvio...
Y Martínez Estrada agrega: "El cuchillo es el arma corta que dificulta la ayuda; el yo mineralizado y objetivo a su suerte, a su sino, sin azar; el arma individual, el arma del hombre solitario" (1)
Y en la solitaria llanura en el viejo camino a Tandil encontramos "mineralizado" este matadero, construído en 1938 por Francisco Salamone, con su remate curvo en forma de cuchillo, en una torre de gran singularidad...

(1) EZEQUIEL MARTÍNEZ ESTRADA, Radiografía de la pampa, Ed. Fondo de cultura económica, Edición crítica a cargo de Leo Pollmann, Argentina, 1993.
Foto matadero de Azul por AVB.