martes, 19 de junio de 2012

KARL KRAUS: sobre lenguaje y pensamiento



"El lenguaje no es el aya (1) , sino la madre del pensamiento.
¿Que el lenguaje es la madre del pensamiento? ¿Que éste no es un mérito del pensador? Oh, sí, ya que tiene que gestarlo.
El lenguaje es la varita de las virtudes que encuentra las fuentes del pensamiento.
El pensamiento provoca el lenguaje. Una palabra da otra palabra.
Sólo en el gozo de la creación lingüística se hace del caos un mundo.
Confucio en Die Fackel: "Si los conceptos no son correctos, las palabras no son correctas; si las palabras no son correctas, los asuntos no se realizan; si los asuntos no se realizan, no prosperan ni la moral ni el arte, la justicia no acierta; si la justicia no acierta, la nación no sabe cómo obrar. En consecuencia, en las palabras no debe haber nada incorrecto. Esto es lo que importa".
Las instrucciones lingüísticas deberían escribirse de manera ilegible para infundir al locutor un respeto parecido al que el paciente siente por la receta médica. Nos bastaría si solamente se sacara esto: antes del uso de la lengua agítese la cabeza, porque con la duda, que es el mejor maestro, ya hubiéramos ganado bastante: mucho quedaría sin decir.
He extraído del lenguaje no pocas ideas que no tenía y que no sería capaz de apresar en palabras.
Mi lenguaje es la prostituta universal a la que convierto en virgen.
La idea viene porque la tomo por la palabra.
Quien no tiene ideas piensa que sólo se tiene una cuando se tiene y se la viste de palabras. No entiende que en realidad sólo la tiene quien tiene la palabra en la que la idea va creciendo.
Aparentar tiene más letras que ser. Hay imitadores antecedentes a los originales. Cuando dos tienen una idea, no pertenece ésta al primero que la tuvo, sino al que la tiene mejor.
Hay dos tipos de escritores: los que lo son y los que no lo son. En los primeros el fondo y la forma van juntos como el alma y el cuerpo; en los segundos el fondo y la forma van juntos como el cuerpo y el hábito.
Los verdaderos agitadores de una causa son aquellos para quienes la forma es lo más importante. El arte obstaculiza el efecto inmediato en favor de un efecto superior. Por eso sus productos no son vendibles.
Quien vive del tema, muere antes que el tema. Lo que vive en el lenguaje, vive con el lenguaje.
El que expresa opiniones no debe dejarse sorprender en flagrante delito de contradicción. El que tiene pensamientos piensa también entre contradicciones. "(2)


(1) aya, persona encargada de criar a un niño.
(2) Este texto fue escrito por Karl Kraus ((1874-1936) escritor judío-vienés, editor de la revista Die Fackel (La antorcha) que inició en 1911 hasta el año de su muerte en 1936. Era su único editor y llegó a editar 922 números con cerca de 30.000 páginas. La periodicidad era irregular y la extensión se adaptaba a las circunstancias. Publicó allí, no sólo sus escritos (aforismos) desde el arte, la moral y el lenguaje, sino también a sus autores favoritos, como Georg Trackl, Oscar Wilde, y lo mejor de la vanguardia vienesa como Oscar Kokoschka (quién pinto su retrato y que reproducimos en el presente posteo) y la oración fúnebre (el número 888) dedicado al arquitecto Adolf Loos.

2 comentarios:

Jose Antonio García dijo...

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Jose Antonio García dijo...

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