Hemos perdido la pretensión de un proceso lineal, deductivo, por el cual la forma se desarrolla a partir de un primer arquetipo geométrico (un platonismo abstracto), por el contrario nos interesa como en un texto epifánico, aquellas construcciones que como una nueva realidad, cambiante, interpretable, múltiple, se nos manifiesta.
Nos interesan esas arquitecturas que en su fragilidad (podrían ser de muchas otras maneras) aparecen como un punto de referencia, el lugar desde el cual se construye un posible sentido, aunque sea provisional y transitorio…
De eso tratan algunas de las imágenes de la reciente entrega de DESPIECES en el taller del TFC.
Fotografías grupales de Juan Manuel Rebay, durante la critica colectiva de la devolución de la entrega.
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