martes, 30 de septiembre de 2014

VIAJE A ROSARIO: La ruta de Scrimaglio, Iglesia de San Antonio Gianelli


















































El domingo por la mañana después de la misa, habíamos concertado con el Padre José Luis, nuestra visita al templo.
Se trata de la Iglesia de San Antonio Gianelli, obra de Jorge Scrimaglio de la que ya hemos dado cuenta en una visita anterior en el blog.
Se trata de una obra muy particular, como todas las del arquitecto, construída entre los años 1966 y 1973.
Se caracteriza por el uso de un mono material: el ladrillo, con una disposición muy particular.
Todo el templo responde a una geometría oblicúa, acentuando a través de la simetría, la dirección hacía el altar. 
Las paredes que cierran el templo lateralmente se disponen en una trama geométrica oblicúa y abierta, dejando entre los intersticios entradas de luz, construyendo un muro de luz...
El altar, con su particular carpintería, (que nos recuerda a algunos de los templos de Wright -el maestro referencial de Scrimaglio) también oblicuamente dispuesta en el espacio; da a un jardín.
El padre José Luis nos contó que el arquitecto pensaba en ese jardín, justo detrás del altar de un modo simbólico: sería el Jardín del Edén: el Paraíso perdido del cual fuimos expulsados por el pecado original… y que iba a estar poblado por flora autóctona, aunque finalmente esto no fue así…
También la disposición de los ladrillos del solado y otros elementos del templo aluden constantemente a esta disposición.
Los más mínimos detalles, desde las cruces del vía crucis hasta la disposición de las maderas del altar y el ambón, siguen esa disposición oblicúa de los tableros, persiguiendo una especie de obsesión…
El Padre gentilmente congregó a todo el grupo a un costado del altar para explicarnos algunas cuestiones que hacen al templo y su liturgía.
El sabe de los misterios de Dios y su correspondencia con los misterios de la vida, y estos no se manifiestan claramente…
Muchas veces lo hacen de forma oblicua… una suerte de diagonal espiritual que recuerdan estas sabias palabras…

"Y el material creado es religioso: tiene el peso de las vigas de una iglesia. Compacto, cerrado, como una puerta cerrada. Pero en el portal fueron abiertos espacios, rasgados por uñas. Y es a través de esas brechas que se ve lo que está dentro de una síntesis, dentro de una simetría utópica. Color coagulado, violencia, martirio, son las vigas que sustentan el silencio de una simetría religiosa…" (1)

(1) CLARICE LISPECTOR, Agua Viva, Ed. Sudamericana, Buenos Aires, 1973.
Fotografías de Atilio Pentimalli y Jessica Brzostowski.