El pasado 7 y 8 de mayo un grupo de sesenta estudiantes y docentes del taller pasamos el fin de semana en La tierra sin mal, así es como denominaban los guaraníes a la isla Martín Garcia.
Fue el viaje número treinta y tres que hicimos en estos años del taller. Como decimos en la propuesta pedagógica, el viaje en si mismo es una experiencia de Sentido.
Más allá de una crónica nos interesa esta vez, compartir un poema escrito en la isla luego de la ejercitación de deriva expuesta en uno de los galpones de grumetes durante la noche del sábado, mostrar un registro de cuatrocientas fotos de Mairon Saavedra que a modo de cronista rioplantense, retrató al grupo colectiva e individualmente en diferentes situaciones. Finalmente incluimos un set de dibujos de Nacho Llaneza, docente del taller, retratado en algunas fotos, mientras los hacia atentamente...
"El no dejarse afectar por la vida, el sacarle el cuerpo , dejar de sentirla. Tal o cual cosa "me resbala", suele decirse corrientemente y, no obstante, perfecta imagen: nada penetra, nada, todo pasa sin pasarnos. Deviene pasado sin haber estado presente", dice Hugo Mujica en Señas hacia lo abierto...
Frente a la ausencia de páthos de nuestras sociedades mercantilizadas y calculadoras, intentar un retorno al cuerpo, a poner el cuerpo, trabajar con las manos, compartir un fuego, una comida, un caminar a oscuras y afectarnos, para retornar al Sentido...
Gracias a los que hicieron posible esta experiencia!
Un poema
Invocación de Martín García
La poesía
sana las heridas inflingidas por la razón
La razón,
esa linterna
que repleta de optimismo osó iluminar
los rumbos más inciertos
que buscando la riqueza sajó la piel del vasto océano los cascos de las naves repletas de reos y esclavos
sus velas suspiraban
la desdicha
Esta es mi voz
y a través
del umbral
de las palabras invoco el más allá en mi cuerpo
Yo soy Martín García y mi cuerpo extraviado jamás descansa
Este Lugar
es la roca que desafía al Tiempo
Esta es la roca perdida en el dulce mar tan anhelado
Mis huesos en el fondo final de la travesía Yo
que alimenté la nave
que sacié el hambre
de insaciables marinos encontré mi fin
sin haber hallado
mi destino
Mis huesos no descansan mi Alma
no tiene tregua
y en esta isla
todo cuanto vibra
es la fuerza
de mi desasosiego
Yo soy Martín García
la roca
el umbral del mundo nuevo
donde confluyeron las lenguas babilónicas
donde encallaron los deseos destinados al desconcierto capas sobre capas de vidas que en este Lugar han muerto
Son la herencia
y la herida
que la razón inflinge en nuestros cuerpos
Vanos ventanas puertas
luz que llena el aire desembocadura hacia las estrellas en el cielo son estas las ruinas
fueron estos
los anhelos
y hoy
al igual que entonces
impera la razón
en desconcierto
Esta es la invocación, soy umbral y huella para resignificar
la materia ósea del Tiempo
Algún día la paz bañará mis huesos
La poesía sana las heridas
que la razón inflinge en nuestros cuerpos.
***
Mairon Saavedra, Franco Stinga 7 de mayo de 2022
Dibujos de Nacho Llaneza
1 comentario:
La verdad que lindas las fotos del viaje y el poema.
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