Solís la bautizó con el nombre de su despensero, que al morir en sus costas nombró al peñasco de roca que emergía del río.
Martín García es el primer nombre propio de nuestra cultura, y desde entonces la isla atravesó todas las vicisitudes históricas del Río de la Plata. Desde 1973 y en virtud del Tratado del Río de la Plata, celebrado entre la Argentina y Uruguay la isla es territorio Argentino, estando en aguas territoriales uruguayas.
Santiago al llegar nos recordó una antigua mitología guaraní:
Karaí (dueño de la llama y del fuego solar), Yakairá o Yaraira, dueño de la bruma, de la neblina y del humo de la pipa que inspira a los chamanes, era un buen augurio, pues la bruma, lo brumoso es lo que acontece antes de cada revelación...La isla iba a revelarnos alguno de sus secretos...
Armamos nuestro campamento en el antiguo cuerpo de grumetes
e hicimos un improvisado picnic colectivo entre estudiantes y docentes en uno de los galpones.
A la noche expusimos los resultados del esquicio DERIVA-PSICO GEOGRÁFICA que hicieron los estudiantes del taller durante el día.
El domingo recorrimos los diferentes enclaves históricos y paisajísticos de la isla, como su antiguo faro, el barrio chino, el cementerio de cruces inclinadas, donde hicimos la foto-video colectiva con el drone.
Antes de partir, en la barranca nos sacamos la clásica foto grupal!
Como decimos en el taller, el viaje en una de sus etimologías, es SENTIDO, una experiencia de primer orden desde la IMPLICANCIA CON LO DADO...
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