El arquitecto portugues Eduardo Souto de Moura -discípulo de Siza- proyectó y construyó esta pequeña casa en Baiao, Portugal, entre los años 1990 y 1993.
El cliente requería una pequeña casa de fin de semana de dimensiones y presupuesto mínimo que tenía la particularidad de contar con un paisaje estupendo y unas ruinas preexistentes de una primitiva casa de piedra del lugar.
El arquitecto lejos de demoler estas, las integró al proyecto, casí con una actitud de simple "silencio"...
El resultado es una sorprendente integración y a la vez contraste con las preexistencias, obtenida con una estructura de hormigón armado (que oficia además de estructura antisísmica) y las clásicas carpinterias de perfilería que el arquitecto usa habitualmente con un detalle que es su marca registrada:
si vemos el corte la carpintería va de piso a techo, ocultando la estructura y generando por detrás una caja de hormigón para alojar la cortina de enrollar.
Una vez le preguntaron a Souto de Moura que importancia le daba al sitio en sus obras y contestó:
"El sitio es la premisa fundamental. El sitio en si mismo no existe, es un instrumento. Y así como uno no puede diseñar una casa sin un lápiz, tampoco se la puede diseñar sin el sitio. Y por un lado el sitio es cualquier cosa que tu quieres que sea. No existe el sitio como "algo objetivo" que muchas veces se apoya en frases como esta: "la solución está en el sitio"; yo creo más bien lo que decía Leonardo Da Vinci: "el arte es una cosa mental". Para mí el sitio es una cosa mental..." (1)
Creemos que se trata de un ejemplo estupendo para que nuestros estudiantes de los diferentes cursos que trabajan en Martín García piensen; desde las ruinas, el paisaje y la arquitectura que proyecten para el lugar...
(1) De una conversación con Souto de Moura por Paulo Pais.
imágenes y dibujos de la casa Baiao.
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