Estamos llegando al final de un cuatrimestre de intenso trabajo creativo en donde hemos abordado desde una multiplicidad de herramientas, el acto creador.
En nuestro caso de la forma arquitectónica.
Y como decimos en la propuesta pedagógica del taller y parafraseando a Jorge Silvetti, "la creación de forma, es nuestro rol central como arquitectos y educadores de la arquitectura"...
Vale entonces compartir este texto del poeta Hugo Mujica que nos invita a pensar el acto creador como lo más radical. Más radical aún que comprender o saber, que en realidad son posteriores... Y en todas las cosmogonías, el mundo nace del caos o las tinieblas o incluso de la nada, desde el acto creador de un dios, que a veces destruye otros mundos para coronar su creación...
Algunos hombres como demiurgos, a imagen y semejanza, imitan el gesto de los dioses...
A esos hombres notables los llamamos artistas...
Va el texto que dice:
"Sea que un dios creó al hombre a su imagen y semejanza o el hombre imaginó a ese dios a semejanza suya, lo cierto es que cuando el ser humano comenzó a contarse el inicio del mundo en el que se encontró viviendo, dio como atributo primordial a ese dios el ser creador, dijo, intuyó, que crear es el acto más inicial que un humano o un dios puede realizar, o el acto en que uno y otro son un mismo acontecer, una misma fecundidad.
Siempre que escribo -que es mi forma de crear-, descubro, o quizá inauguro, algo de mí, de mí o de todos, como si el saber, el entender e incluso el obrar, no fuesen la inmediata relación que puedo establecer con mi ser o con mi nada; como si el crear me enseñara también eso: que crear es más originario que saber, más abismal que comprender, más definitivo que actuar.
Lo que busco decir, lo que busco pensar poéticamente o poetizar pensativamente en este libro, es que el acto creador, en él y con él, volvemos a revivir el evento más originario y revelador que cada uno de nosotros vivió: el haber nacido, el instante sin sombra ni memoria en que sin estar nos recibimos, el instante creador que al recibirlo nos hizo comenzar a ser.
Cada acto creador nos sitúa en ese allí que no es lugar: a la nada desde la que todo llega, a la escucha de lo que adviene buscando un nombre que le nombre en su ser. Sin duda por esto mismo que una y otra vez, en el escribir de estas páginas, me encontraba homologando el crear con el nacer, el seguir creando con el continuar naciendo…
Intuyo que en la relación cara a cara, o desnudez a desnudez, con el ser de la existencia, la creatividad es la relación más decisiva, tan decisiva, que no podemos disponer de ella, tan decisiva que es gratuidad y don. Quizá, y finalmente, porque crear no es una manera de comprendernos, es la manera más radical de dejarnos crear." (1)
(1) Hugo Mujica, Lo naciente. Pensando el acto creador, Colección la Cruz del Sur, Ed. Pre-textos, Valencia, 2007.
sábado, 25 de junio de 2011
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