Mostramos en el posteo de hoy la Capilla del Espíritu Santo del Hogar Universitario Femenino, ubicada en la calle Buenos Aires 957 de Rosario, obra de Jorge Enrique Scrimaglio de 1962.
La obra tiene esa particularidad de muchas de las obras de Scrimaglio. Parece estar construída con las manos, con la cualidad "de lo manual" propia de un artista que trabaja directamente la materia, como un escultor lo hace con la arcilla...
Y recordamos a Heidegger: "La mano de obra es mucho más rica de lo que habitualmente nos parece. La mano no sólo agarra y apresa, no sólo presiona y empuja. Más allá de esto, la mano entrega y recibe, y no sólo se reduce a hacerlo con cosas, sino que se da a si misma a otros y se recibe de otros. La mano sostiene. La mano lleva. La mano diseña, y diseña seguramente porque el hombre es un signo. Las manos se juntan cuando el hombre se sume en un gesto de candor. Todo ello es la mano y, por ello, es la auténtica mano de obra... Toda obra de la mano descansa en el pensar. De ahí que el pensar mismo sea la más sencilla y, por ello, a la vez la más díficil mano de obra del hombre..." (1)
La obra de Scrimaglio es sencillamente "un pensar con las manos", que es el pensar más elevado, pues es el pensar que se sustrae a toda re-presentación, aquel en "que las cosas reposan en sí" cuando "el hombre habla, precisamente callando"..., o como lo dice de otra manera Marcelo Villafañe: "...Scrimaglio es un arquitecto diferente, primitivo, es un escultor de espacios a los cuales va manipulando desde adentro mismo, quitando, corriendo,pensando y repensando sobre lo mismo y lo otro, soportando el tiempo, sin dibujar lo que no se puede dibujar, en la misma sintonía del artista... (2)
(1) MARTÍN HEIDEGGER, ¿Qué significa pensar, Ed. Trotta, Madrid, 2005.
(2) MARCELO VILLAFAÑE, Revista 041, Nº 1, del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Santa Fe, distrito 2, 1997.
Agradecemos especialmente por el material fotográfico a Walter Salcedo.
La obra tiene esa particularidad de muchas de las obras de Scrimaglio. Parece estar construída con las manos, con la cualidad "de lo manual" propia de un artista que trabaja directamente la materia, como un escultor lo hace con la arcilla...
Y recordamos a Heidegger: "La mano de obra es mucho más rica de lo que habitualmente nos parece. La mano no sólo agarra y apresa, no sólo presiona y empuja. Más allá de esto, la mano entrega y recibe, y no sólo se reduce a hacerlo con cosas, sino que se da a si misma a otros y se recibe de otros. La mano sostiene. La mano lleva. La mano diseña, y diseña seguramente porque el hombre es un signo. Las manos se juntan cuando el hombre se sume en un gesto de candor. Todo ello es la mano y, por ello, es la auténtica mano de obra... Toda obra de la mano descansa en el pensar. De ahí que el pensar mismo sea la más sencilla y, por ello, a la vez la más díficil mano de obra del hombre..." (1)
La obra de Scrimaglio es sencillamente "un pensar con las manos", que es el pensar más elevado, pues es el pensar que se sustrae a toda re-presentación, aquel en "que las cosas reposan en sí" cuando "el hombre habla, precisamente callando"..., o como lo dice de otra manera Marcelo Villafañe: "...Scrimaglio es un arquitecto diferente, primitivo, es un escultor de espacios a los cuales va manipulando desde adentro mismo, quitando, corriendo,pensando y repensando sobre lo mismo y lo otro, soportando el tiempo, sin dibujar lo que no se puede dibujar, en la misma sintonía del artista... (2)
(1) MARTÍN HEIDEGGER, ¿Qué significa pensar, Ed. Trotta, Madrid, 2005.
(2) MARCELO VILLAFAÑE, Revista 041, Nº 1, del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Santa Fe, distrito 2, 1997.
Agradecemos especialmente por el material fotográfico a Walter Salcedo.
1 comentario:
una pena que ya no este
Publicar un comentario