viernes, 12 de octubre de 2012

ALVAR AALTO: Museo en Aalborg, Dinamarca



La luz tiene el mismo significado e importancia en un museo de arte como la acústica lo es a una sala de conciertos.
La luz cambia el carácter del espacio dependiendo de la orientación de dónde proviene, es por ello que con una lógica formal implacable, Aalto diseña un sistema de lucernarios "asimétricos" para este museo que proyecta y que resulta del 1º premio de un concurso del año 1958.
Gracias a su ubicación exenta, la luz proveniente del sur (la más inadecuada para exhibir obras de arte en esas latitudes) pudo ser eliminada por completo en el interior de las salas.
La luz del noro-este tiene allí un bajo ángulo de incidencia, y se la deja entrar a los espacios del museo, a través de estos lucernarios asimétricos (ver en el corte) que la reflejan al interior y permiten iluminar las salas con una luz difusa y pareja durante todo el día.
La luz proveniente del sur-oeste es usada indirectamente, reflejándose en los cielorrasos blancos y en las superficies de las paredes, y para ello Aalto se vale del diseño del mismo lucernario pero con otro ángulo de reflexión que se observa claramente en corte.
Así el arquitecto logró un espacio interior acorde lumínicamente, adecuado para exhibir las obras de arte sin recurrir a costosos sistemas de luz artificial.  Aunque las luminarias existen y fueron diseñadas por el arquitecto, con sus características formas ondulantes, son un complemento perfecto al sistema de luz natural. A la idea de luz del interior también contribuye la implantación del edificio, que se ubica en la parte más baja de un valle rodeado de pequeñas lomas forestadas que le dan al mismo una contención de verdes naturales y de tonalidades cambiantes a lo largo del año. La implantación permite crear un enclave exterior protegido, a modo de un  ágora, con un auditorio enmarcado por las lomas, los árboles y el mismo museo. En el interior y dado que las paredes de la planta libre reciben la luz de todas la direcciones (menos el sur) el arquitecto logra que las mismas puedan ser utilizadas con diferentes disposiciones para exponer las obras...
El programa se resuelve de una forma muy sencilla: estacionamientos, depósitos y servicios en un basamento para una composición dominada por líneas horizontales y escalonadas, como si el mismo edificio emulara a una de las lomas circundantes. Una especie de zigurat compuesto por las salas de exposición, hall y auditorio que se ubican en el piano nobile siendo la expresión formal de sus cubiertas con los lucernarios asimétricos lo que termina por dar carácter a un edificio notable, que como toda obra maestra, se constituye en una permanente lección de SENTIDO, también hoy y aquí para nosotros...

Agradecemos por el material fotográfico exclusivo a Jorge "Coke" Nazar.
Planimetrías y fotos de maquetas del proyecto del libro ALVAR AALTO, Obras completas, Volumen I 1922-1962, Ed. Birkhaüser Verlag, Basilea, 1963.

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