Y en tal sentido agrega John Berger, hablando sobre "esa distorsión": "Si lo interpretamos como un proceso, veremos que esto significa lo siguiente: La apariencia de un cuerpo sufre el accidente de las marcas que se le infligen involuntariamente. Su imagen distorsionada llega entonces al sistema nervioso del espectador, quien vuelve a descubrir la apariencia del cuerpo a través o por encima de las marcas que sufre". (1)
La relación que estableció Bacon con el Referente (pictórico o fotográfico) es un proceso que tiene al "accidente" como leit motiv. No se trata de una transcripción estrictamente literal (lo que transformaría al hecho en mera copia) sino de un proceso de implicación con "esa realidad".
Realidad apropiada por el artista en donde el accidente o el mero azar juegan en el proceso de "desvío" hacia una nueva realidad, ya alejada sin más de la pura representación.
La realidad apropiada a través del accidente es lo que restituye esa distorsión a una nueva narración de la apariencia, de allí su verdad, su auténtico valor...
(1) Extractos del libro Mirar, Francis Bacon y Walt Disney de John Berger, Ediciones de la Flor, Buenos Aires, 2005.
Imágenes de Bacon y sus referentes: Pablo Picasso, Diego Velásquez, Edward Muybridge, Vincent Va Gogh, Aldo Van Eyck, Rembrand van Rijn.
Foto de Francis Bacon.
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