"Cuando no se pretende hacer tabula rasa imponiendo un proyecto y se quiere desarrollar UNA SENSIBILIDAD HACIA LA REALIDAD, LA ARQUITECTURA NO TIENE MÁS SOLUCIÓN QUE SER CRÍTICA RESPECTO DEL LUGAR Y AL PROGRAMA, y el lugar está muy lejos de ser un lugar coherente…"
nos dice apropiadamente Miralles refiriéndose al Parque de los colores en su memoria de proyecto.
Y lejos de querer hacer tabula rasa, pretensión hoy tan de moda lamentablemente en nuestra ciudad; nuestro trabajo desde el Sur, en el área de Barracas, Avellaneda, con las dos orillas del Riachuelo, pretendemos por el contrario desarrollar como nos lo reclama preclaramente el arquitecto, una cierta sensibilidad hacia la realidad, desde su propia coherencia como realidad mestiza, no desde nuestra imposición como proyectistas.
Sabemos que ello implica necesariamente una mirada crítica... y algo de todo esto muestran estos primeros foto-montajes de la entrega acontecida en el taller de la UB. Todos ellos y más allá de sus diferencias nos muestran un cierto clima, una cierta condición material y poética que el lugar respira...
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