Viajamos en numerosas ocasiones a Martín García, con estudiantes y a veces sólo el equipo del taller, en jornadas de retiro para pensar en nuestro trabajo académico.
Y muchos recuerdos y muchas anécdotas hemos acumulado en más de media docena de viajes, de este maravilloso enclave en el medio del Río de la Plata.
Como saben, Martín García debe su nombre a Juan Díaz de Solis, el descubridor del Mar Dulce, allá por 1516, cuando el despensero de su tripulación muere y algunos dicen es enterrado en la misma isla o a los bordes de sus costas.
En honor al mismo Solís bautizó la isla con su nombre.
Lugar sagrado para la cultura guaraní, sus antiguas sendas son vestigios de esa cultura precolombina.
El Mirador del Delta que mostramos en una de las fotos (17) era lugar venerado por esos pueblos originarios que habitaban allí, y consideraban a este macizo precámbrico de mas de mil ochocientos millones de años de antigüedad, como un lugar sagrado…
En el medio de la isla, un misterioso arenal, que se vislumbra claramente en la foto aérea… De difícil acceso. Hay que atravesar la espesura y pasar por el templo, que la vegetación ya casí fagocitó (fotos 28 y 29) .
Proyectamos en uno de los viajes, en su antiguo teatro art Noveaux , poblado por algunos fantasmas, con su doble Sol como fachada, "Solaris" del gran director ruso Andrei Tarkosky (fotos 25 y 27)
Hicimos nuestras comidas en el comedor Solis (foto 2), visitamos su antiguo faro, el campo santo de cruces inclinadas y acampamos e hicimos nuestros fogones, cerca de los antiguos galpones de la guarnición militar, hoy abandonados y llenos de historias…
Atravesamos el río marrón y plata, sus pampas de juncos, fuimos en un barco propio, enarbolado con la bandera del taller y observamos la gran ciudad desde la lejanía…
Y este año nuevamente, volveremos a recrear algunos de estos recuerdos…
viernes, 4 de abril de 2014
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