Y mostramos una selección del excelente material producido por los estudiantes, trabajando en la zona Sur de Barracas-Avellaneda en las dos márgenes del Riachuelo.
Y bien vale esta entrega para recordar aquellas palabras que el año pasado Hugo Mujica nos leyó de su libro aún inédito; La atención abierta o El saber del no saberse... que nos habla justamente de la actitud de una mirada desasida de todo interés, de todo relato de funcionalidad a nuestro reflejo racional, para apostar por lo abierto, por lo soltado de la subjetividad, y por lo tanto una mirada no objetivada… una mirada que no cree en los objetos posados, en la tabula rasa… dejando a lo otro ser simplemente lo otro…
Dice el fragmento:
"Hay, entre muchas otras, dos maneras de estar ante una puesta de sol -ante ella o ante la vida toda que ese sol alumbra-, una es verla, ver la evidencia en sí misma, abrirse al don de lo que está simplemente dado, al ofertorio de todo lo que es y brota desde su propio misterio, todo lo que por brotar y ser es dándose. La otra, la habitual, la del saber reflexivo, es reflejar lo que se mira, reconocernos en lo que vemos… Reflejarnos en todo sin entregarnos a nada."
Nos parece que este modo de ver es una manera absolutamente contemporánea y radical, y tal vez en un futuro no tan lejano, imprescindible de aproximarnos sin "especular" a los lugares que nos ofrece la ciudad.
La mirada especulativa está borrando los lugares, está borrando nuestra memoria, ahora que está tan de moda ir al Sur…
Un modo de ver que no anule las particulares diferencias, que todo lugar verdadero manifiesta, cuando está ausente el interés…
Algunas miradas desasidas desde de la ciudad acontecen aquí...
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