El trabajo manual con los fragmentos lleva implícita una ESCUCHA del LUGAR, que nos permite PENSARLO también CRITICAMENTE…
Nada mejor que una memoria de TEXTO-MONTAJE de las muchas y buenas que tuvimos para ilustrar lo acontecido:
“Pero, ¿Que es la naturaleza? ¿Por qué la
costumbre no es natural? Mucho me temo que la naturaleza no es más que una
primera costumbre, como la costumbre es una segunda naturaleza” Blaise Pascal
La técnica versus lo vital
Primero tuvimos naturaleza (De la cual nacemos
y somos). Luego generamos la cultura (La cual comunicamos). Después la técnica
(Con la cual producimos), que pasa a tener una estrecha relación con la
cultura, hasta tal punto que nos aleja, como sociedad, con la relación con lo
vital.
El problema es que se ha avanzado tanto con la
técnica, que se ha desarrollado nada más que técnica, es decir, nos hemos
olvidado de la naturaleza. Como un chico que encontró un juguete que le gusta
mucho y se olvido de ir al colegio. Es decir, en otras palabras, la
racionalidad capaz de generar bienestar ha tenido tanto éxito, que el bienestar
dejo de ser bienestar de vivir y es bienestar para seguir funcionando.
Como respuesta a
esto:
La erótica del silencio
Dejar que el silencio nos diga lo que nosotros callamos
El silencio como estado temporal
¿La danza de la vida
o la marcha de la historia?
¿El lugar de lo vital
o el lugar del funcionamiento?
¿Existe esa nostalgia
de esa vida que se pierde en nombre del hacer la vida?
¿Necesitamos tener
Dubai en el mundo para seguir viviendo? ¿Como una sociedad va a parar de la
naturaleza a Dubai? ¿a cuantos kilómetros de distancia vive la vida de allí?¿Será
que carece el silencio en esas latitudes?
¿Que es el silencio? El silencio es eso que te
atrae, por un lado espanta porque angustia, y por otro, es llamativo, porque
queremos que nos cuente algo.
La existencia pertenece al silencio que es
decir que pertenece a la escucha y la escucha es: la escucha del “expresar” o
“el captar la expresión de toda la existencia”.
El silencio es volver a la capacidad del
escuchar, que es lo más profundo que tenemos.
Dado que el silencio existe en la lentitud de
un relámpago y teniendo en cuenta que uno vive mirando el reloj ¿cuanta
frustración hay en llegada al paraíso? ¿Será que el reloj se convierte en una
luz cegadora y nos hace perder todo?
El paraíso no fue lo perdido, lo perdido fue el
asombro.
Como sociedad, al vivir a la sombra de la
costumbre, hemos perdido la sensación de la gratuidad de la vida, en el hecho
de que estamos viviendo y podríamos no estar.
La pregunta, por ejemplo, en sí, es el asombro
del saber. Cuando uno pregunta, es volver de nuevo a saber que no sabe. La
esencia, es la de encontrar esa grieta en la esfera que se cierra y define a si
misma y comprender que no somos seres cerrados ni estáticos, sino que al
contrario, cada fragmento que uno tiene, vive por la existencia de un todo
dinámico.
La esencia humana, es ese lugar donde uno no
termina, porque uno no cierra, porque de algún lado esta recibiendo la
existencia. Nada cierra, lo hacemos cerrar por miedo y seguridades. La esencia
es ese lugar donde uno no coincide con uno y gracias a eso, puede estar abierto
a todo y el hecho es sostener ese vació, no taparlo. Sin embargo la cultura es
la intención de tapar esa fisura, de claudicar, de dar respuestas y
seguridades.
“Ese hueco de
nadie, que en cada uno se abre todos” H. Mujica
Del libro “cuando todo calla” de Hugo
Mujica
XXVIII
El día no es solo día
también es
noche encendida,
sombra trasparentada.
Es porque no tiene sombras
que no vemos lo que el vacío enciende,
que no vislumbramos
lo que nos queda
cuando no nos queda nada.
memoria TEXTO-MONTAJE de Jorge Giorgi y Juan Talarico.
Fotografía de Atilio Pentimalli y AVB.
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