En el próximo viaje a Martín García que haremos en el taller tendremos la oportunidad de constatar eso que dice Pedro Francisco Kröpfl en el libro que escribió al referirse a la isla como "Misteriosa Martín García". (1)
Y ¿por qué misteriosa? "porque cada metro de su tierra, cada recodo de su costa y cada jornada de su rica historia, encierra algún sorprendente hito, singular, inédito que se implica con nuestra cultura del Río de la Plata.
La isla fue presidio, guarnición militar, lazareto, cantera, reserva natural y hoy lugar de turismo. Escenario de batallas de la época colonial, su rica historia nace con su descubrimiento por Juan Díaz de Solís en 1516, al avistar este peñasco de roca que aflora en el río y bautizarla con el nombre de su despensero (el que preparaba las comidas de los navegantes) muerto durante la travesía y que algunos dicen, fue enterrado en la isla… Pero la historia en realidad no comenzó allí, tenemos la mala costumbre de querer contarla a partir de nuestros descubridores, pero la isla ya era un lugar sagrado para la cultura guaraní, y los vestigios de antiguos cementerios y senderos indígenas precolombinos, dan cuenta de ello. Ya en el siglo XVIII comienza su historia como presidio, tal vez por el hecho de que toda isla, es por definición una fortaleza inexpugnable.
En el siglo XIX fue escenario de batalles de corsarios -la batalla de Martín García comandada por Guillermo Brown- y en el siglo XX fue la cárcel de presidentes ilustres, como Yrigoyen o Perón, que fue alojado preso allí, unos días antes del famoso 17 de octubre de 1945.
Fue también el sueño de Sarmiento con Argirópolis, la capital soñada de tres países (Uruguay-Argentina-Paraguay) en un intento precursor de integración latinoamericana.
La isla cuenta además con una frondosa naturaleza, al formar parte del macizo de Brasilia de origen precámbrico (1800 millones de años de antigüedad) su flora y fauna son exuberantes, con selvas cerradas y misteriosos arenales, una tupida vegetación, invasora por momentos y destructora en otros, avanza inexorablemente sobre estos vestigios de historia…
Esa tensión es propia de las ruinas y Martín García es una gran ruina, y como toda ruina objeto de contemplación.
Como brillantemente dice María Zambrano:
"Más la contemplación, la visión de la historia misma, trae en algunos momentos la liberación. Porque lo propiamente histórico no es ni el hecho resucitado con todos sus componentes -fantasmas de la realidad-, ni tampoco la visión arbitraria que elude el hecho, sino la visión de los hechos en su supervivencia, el sentido que sobrevive tomándolos como cuerpo. No los acontecimientos tal como fueron, sino lo que de ellos ha quedado: su ruina… (2)
(1) KRÖPFL, Pedro Francisco, Misteriosa Martín García, Ed. Dunken, Buenos Aires, 2006.
(2) ZAMBRANO, María, El hombre y lo divino, Brevarios, Ed. Fondo de Cultura Económica, México, 1986.
Fotos y dibujos del viaje a Martín Garcia 2014 por estudiantes y docentes del taller.
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