La mañana del sábado 17 comenzó temprano. Nos íbamos con un grupo de docentes y estudiantes del taller a La Plata-City Bell. Éramos un grupo de 90 personas en 4 combis y un par de autos y amanecía con buen tiempo pero nublado. Esas nubes y algún que otro escaso chubasco nos acompañó durante el día. Puntuales a las 10, llegamos a City Bell, hermoso suburbio de La Plata, donde nos esperaba Helena Daneri y su grupo de entusiastas colaboradoras que nos acompañarían en nuestro recorrido por las obras del Maestro Krause. Primero fue la casa Tettamanti (1967) y la advertencia de nuestras guías de que al dueño de casa no le gustaban las visitas y que tenía para tales casos un lobo suelto…
Por las dudas nos acercamos tímidamente al frente —aunque no tanto al final como se ve en las fotos primeras del posteo—. Una estupenda estructura de madera, con una planta muy wrightiana que iba de punta a punta de un terreno de casi 20 metros de frente…
Luego sería el turno de la joya del viaje: el Atelier Paternosto (1962). Fuímos a visitarlo y ahora mejor bienvenidos por el dueño de casa —Claudio— la que fuera la casa-taller de Paternosto en el paradisíaco barrio de Nirvana (City Bell). Una especie de comunidad artística en los albores de los años 60 que alojó al grupo de pintores SI (vanguardia informalista platense) de la que formaron parte Omar Gancedo, Antonio Trotta, Horacio Ramírez, Nelson Blanco, Mario Stafforini, Juan Antonio Sitro, Dalmiro Sirabo, Horacio Elena, Alejandro Puente y Carlos Pacheco, entre otros.
Alli tuvimos ocasión de conocer la historia de la casa y el amor con que su actual dueño (que no vive en ella, pues se trata de un estudio dedicado al diseño gráfico) la va restaurando de a poco, incluído su magnifico jardín.
Ya pasado el mediodía nos fuimos a La Plata para hacer una visita ineludible a la casa Curutchet (1949). Alli escuchamos una explicación de los 5 puntos para una nueva arquitectura y algunos pormenores del encargo de esta pequeña obra maestra que Le Corbusier ensaya en un lote entre medianeras.
Medio incomprensible es la inoportuna intervención del colegio de Arquitectos locales que derribaron el muro del fondo para comunicar sus nuevas instalaciones con la casa… desvirtuando la idea y el concepto espacial original…
Las fotos grupales fueron hechas como corresponde en la Promenade architectural…
Después de estas estupendas visitas el grupo tenía hambre y decidimos hacer un pic nic colectivo en el parque que enfrenta a la casa, comiendo choripanes y sandwiches varios en unos carritos improvisados.
A media tarde hicimos la última parte de la recorrida visitando los frentes de otras casas del Maestro: La escalinata scarpiana que recuerda a Olvetti de la casa Rey (1964) en la Diagonal 74, el sutíl trabajo de entramados de madera de la casa Sosa (1965), la Casa Quadrini y su peculiar muro de hormigón ciclópeo con piedra caliza que nos recordó al Taliesin de Frank Lloyd Wright.
Lás últimas obras fueron la casa Santa Cruz (1967) y nos despedimos todos con la primer obra de Krause —La casa Gray de 1956— con una poética mucho más moderna en el sentido de su adscripción al estilo internacional, que denota esa primera búsqueda…
Nos quedamos finalmente con un pensamiento del Maestro de sus Presunciones (2013):
"Una obra de arquitectura es una entidad viva, hecha de lo inerte y lo conceptual..."
Agradecemos por el estupendo registro fotográfico del viaje del taller a Eugenia Debernardi.
Y por el apoyo logístico a Helena Daneri, y sus colaboradoras, Chantal Zeromski, Guillermina Sosa y Josefina Rodriguez.
1 comentario:
Excelente iniciativa! Felicitaciones!
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