La casa de la Cultura en Helsinki, obra de Alvar Aalto de 1955-1958 es un pequeño centro cultural cuya virtud esta dada "por la oposición generativa entre el volumen de apoyos administrativos, un paralelepípedo, y el trapecio del auditorio de forma irradiante y ondulada". Entre ambos volúmenes un patio vinculado por una pieza (una marquesina de cobre liviana) "unifica el sentido del conjunto bipolar de contraposición entre la piedra o geografía ciega del anfiteatro y el carácter oficinesco del prisma."
El carácter excepcional de este pequeño edificio es la ruptura del sagrado concepto de unidad "el historiador Henry Russel Hitchcock planteará la formidable falta de unidad y el horror de este juego de paralelas" produciendo un CONTRAPUNTO DE FORMAS, una envolvente ladrillera de piezas piramidales truncadas que se adapta a las curvas, versus una piel de carpinterías de maderas y piezas de cobre estriadas confirman esa idea de HETEROTOPÍA que preclaramente designa Porphirius como la "voluntad ordenadora" en la obra de Aalto.
Agradecemos a Atilio Pentimalli, docente del taller, quién en su reciente viaje a Finlandia obtuvo parte de éste estupendo set fotográfico que gentilmente nos cedió, —las primeras cuatro fotos del posteo—.
Las citas corresponden al texto CONTRAPUNTO DE FORMAS de Miguel Ángel Roca en su libro Arquitectura del Siglo XX, una antología personal, Ed. Summa +, Buenos Aires, 2005.
No hay comentarios:
Publicar un comentario