Las más de las veces, la casa del arquitecto, diseñada por el mismo, tiende a ser una "tesis" académica, un manifiesto idealista en el sentido de "esto es lo que quise haber hecho siempre".
En este caso se trata de la casa de fin de semana de Rogelio Salmona construida en 1997, en las afueras de Bogotá.
Y en tal sentido el arquitecto no pretendió hacer nada diferente de lo que venía proponiendo para sus clientes particulares en el caso del tema vivienda.
Es más repite algunas soluciones que venía ya experimentando en proyectos de mayor escala, como el caso de la Casa de los Cerros de Fusca, Bogotá, como por ejemplo el uso de materiales -el ladrillo- y una técnica constructiva a base de muros portantes y bóvedas.
Para Salmona la arquitectura tiene dos niveles de problemas, que él los enuncia como lo efímero y lo permanente.
En el discurso pronunciado en ocasión de recibir el Premio Medalla Alvar Aalto en el 2004 decía:
"Tenemos que descubrir el lado poético de lo efímero, así como la física necesidad de lo permanente y su poética. Es importante tener en cuenta ambos aspectos. No todo es permanente y estático, así como no todo es voluble y efímero. Lo uno contiene lo otro y esa es la paradoja que debemos recuperar."
En la casa Riofrío, lo permanente tiene que ver con la tradición de los patios de las viejas haciendas coloniales, el agua de la acequía en diagonal, que relaciona a estos espacios y que refleja el cielo, etc.
La respuesta contingente a la necesidad de un problema, -una casa de fin de semana de bajo presupuesto- no es excusa para que el arquitecto olvide lo otro...
En este caso se trata de la casa de fin de semana de Rogelio Salmona construida en 1997, en las afueras de Bogotá.
Y en tal sentido el arquitecto no pretendió hacer nada diferente de lo que venía proponiendo para sus clientes particulares en el caso del tema vivienda.
Es más repite algunas soluciones que venía ya experimentando en proyectos de mayor escala, como el caso de la Casa de los Cerros de Fusca, Bogotá, como por ejemplo el uso de materiales -el ladrillo- y una técnica constructiva a base de muros portantes y bóvedas.
Para Salmona la arquitectura tiene dos niveles de problemas, que él los enuncia como lo efímero y lo permanente.
En el discurso pronunciado en ocasión de recibir el Premio Medalla Alvar Aalto en el 2004 decía:
"Tenemos que descubrir el lado poético de lo efímero, así como la física necesidad de lo permanente y su poética. Es importante tener en cuenta ambos aspectos. No todo es permanente y estático, así como no todo es voluble y efímero. Lo uno contiene lo otro y esa es la paradoja que debemos recuperar."
En la casa Riofrío, lo permanente tiene que ver con la tradición de los patios de las viejas haciendas coloniales, el agua de la acequía en diagonal, que relaciona a estos espacios y que refleja el cielo, etc.
La respuesta contingente a la necesidad de un problema, -una casa de fin de semana de bajo presupuesto- no es excusa para que el arquitecto olvide lo otro...
4 comentarios:
bellisima intervencion, relacion al paisaje y a la ciudad;a pesar de ser una casa de campo, cada metro es sorprendentemente urbano.
necesito saber unos datos de esta casa como cual es la cocina puews no veo bien las imagenes estilo y ubicacion exacta
Hola, quisiera saber donde encontraste los planos??
gracias
Los planos son del libro Obra completa 1959-2005 Rogelio Salmona por Germán Téllez, Ed. Escala-Colombia
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