En 1995 editábamos el Nº 6 de Revista 3, Modernos rioplatenses.
Número emblemático en donde tratábamos la modernidad en el Río de la Plata reproduciendo por vez primera algunos documentos poco conocidos de aquellos creadores que pretendían escribir una historia moderna en nuestra tierra.
Entre ellos Amancio Williams.
Queríamos material inédito, y fue así que a través del hijo de Amancio, Claudio Williams, conseguimos reproducir la carta original que explicaba el proyecto de la casa para Mario -el hermano de Amancio-, en el mismo predio de la casa sobre el arroyo en Mar del Plata.
También queríamos, pues intuíamos su existencia, publicar las fotos que Williams obtuvo en sus viajes solitarios volando el Río en su avioneta.
Fotos que sirvieron de base a muchos de sus foto-montajes de proyectos en el río sin orillas. Fotos que en el libro original que la familia había publicado un tiempo antes no reproducían y que a nosotros, jóvenes editores, nos pareció una gran omisión.
Así obtuvimos ese set de fotos del horizonte brillante, desde diferentes puntos de vista que la percepción preclara de Amancio había registrado.
Invitamos luego a que escribiera al recién llegado a la Argentina y discípulo de Williams un artículo: Claudio Vekstein, quién venía de estudiar con Enric Miralles en Frankfurt.
Y aquí las dos historias se juntan…
El año siguiente Veckstein en un curso que dicta en la Escuela de Bellas Artes de la Cárcova, invita a Miralles al mismo, quién da además (noviembre de 1996) una clase magistral en el Casal de Catalunya de Buenos Aires.
Miralles participa ese mismo año en el Concurso de Retiro y conoce las fotos publicadas en la Revista 3 y a sus editores, un año antes…
Esas fotos inspiran algunas de sus ideas preclaras para el Concurso de Retiro…
Miralles lo dice así en su memoria:
ES DÍFICL TRABAJAR EN ESTA ZONA SIN RECORDAR LAS PROPUESTAS DE AMANCIO WILLIAMS... SUS PRECISAS OBSERVACIONES SOBRE EL HORIZONTE BRILLANTE DEL RÍO DE LA PLATA…
La artificialidad de Catalinas Norte, de su futura densificación, hecho que efectivamente ocurrió unos años más tarde, Miralles lo intuye así:
LA ZONA PREVISTA DE EDIFICACIÓN EN TORRES DE GRAN ALTURA, AL OTRO LADO DE LA AUTOPISTA. ES UN LUGAR RESIDUAL, SIN NINGUNA ESPECIAL CUALIDAD, DE DÍFICIL CONEXIÓN, ES UN LUGAR ARTIFICIAL Y LA PROPUESTA INSISTE EN ESTE ASPECTO: UNA SERIE DE CAMINOS ELEVADOS CONECTAN LAS BASES DE LOS NUEVOS EDIFICIOS. ESTOS FUNCIONAN COMO DOBLES TORRES UNIDAS POR SU PARTE SUPERIOR INTENSIFICANDO LA DENSIDAD…
Y el borde de la ciudad dado por la Av.del Libertador, que había que definir uno nuevo -pero no artificial- entre la ciudad y el río, ya estaba dado por la traza de la autopista y…
PLANTACIONES QUE REPROPONEN UN PAISAJE AGRICOLA, Y EN LA MODIFICACIÓN DE LA SILUETA PORTUARIA, LLEGAR AL CONTACTO REAL DE LA AUTOPISTA CON EL RÍO…
Y la propuesta como no se ajustó a las bases que pedían un extenso programa de muchos metros cuadrados de nuevas torres, hace que el jurado y el promotor le dé una simple mención… a pesar de entender como ningún otro las lógicas del lugar…
Los trabajos premiados son emblemas del programa pedido...
El Concurso no se construyó, como tanto otros…
Miralles tuvo razón, la razón que da el tiempo:
Cuando no se pretende hacer tabula rasa imponiendo un proyecto y se quiere desarrollar UNA SENSIBILIDAD HACIA LA REALIDAD, LA ARQUITECTURA NO TIENE MÁS SOLUCIÓN QUE SER CRÍTICA RESPECTO DEL LUGAR Y AL PROGRAMA.
Sólo falta que el predio se inunde...
No hay comentarios:
Publicar un comentario