Dos características distinguen la figura de Konstantin Stephanovich Melnikov (Moscú, 1890-1976): su longevidad y el hecho de que sus proyectos se hicieron realidad con más frecuencia de lo que fue habitual con sus colegas constructivistas.
Uno de sus proyectos más notables es su propia casa en Moscú, proyecto que completó entre los años 1927 y 1929.
La obra consiste en la intersección de dos torres cilíndricas horadadas por un patron de ventanas hexagonales, que como se observa en la foto de la construcción, obedece al sistema de ladrillos portantes apilados.
La cantidad de encargos que recibió por aquella época le permitió financiar la casa de tres pisos con la que había soñado.
El programa además de casa para su familia, cumplía las funciones de estudio del arquitecto y atelier para el pintor. Recordemos que Melnikov también fue un eximio artista, y como muchos de sus colegas constructivistas, contaban con una formación integral no sólo en arquitectura, sino también en pintura y escultura.
Melnikov se graduó en la Escuela de Pintura, Escultura y Arquitectura de Moscú en 1917.
El diseño -fuera de toda ortodoxia y referencialidad tipológica- se basa en parte en el racionamiento de materiales impuesto por aquel entonces en la Rusia soviética; madera y ladrillos y se caracteriza por la composición en planta de dos circulos intercalados.
La habitación más grande es el atelier del pintor-arquitecto; tiene una superficie de 50 m2, 38 ventanas hexagonales y un pequeño entrepiso.
La casa de Melnikov es considerada hoy en día una obra maestra de la arquitectura del siglo XX, además de otras obras paradigmáticas del arquitecto como el Club Rusakov, que toma como referente James Stirling para la Facultad de Ingenieria en Leicester o el Pabellón para la Exposición Internacional de Artes decorativas de París en 1925, que junto al Pabellón del Espirit Noveaux, diseñado por Le Corbusier, fueron los dos edificios emblemáticos de la modernidad de aquel entonces. También diseñó un pequeño pabellón del que dimos cuenta en un anterior posteo.
Con la llegada de Stalin al poder, Melnikov vió interrumpida su labor como arquitecto y se dedico a la enseñanza, aunque produjo en 1934 el dibujo más impresionante de la arquitectura del siglo XX, la perspectiva para el Concurso del Ministerio de la Industria pesada en Moscú.
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