La memoria del arquitecto es por demás elocuente:
Aquí la historia es corta y el
espacio inmenso, somos más geográficos que históricos. Vastedad es nuestro
medio ambiente. Es el paisaje que nos hace paisanos. En el río Paraná, el
horizonte, que divide el terreno de lo celestial, se define por una línea
gruesa más alta que una mano levantada.
El proyecto se desarrolla en
cuatro niveles: el ingreso en contacto con la calle; un espacio verde que
no deja ver lo que sucede unos metros más abajo; la piscina y el techo del
a casa conformando el mayor espacio de uso y por debajo de este, la casa y
luego el muelle sobre el nivel del río.
El patio, entre la pared de la
piscina y la casa, organiza el proyecto. Desde acá se sigue viendo el río
a través de las paredes de vidrio, un ventanal con el espesor del espacio
habitable q alberga. Este lugar es un reparo. En la cascada que define uno
de sus lados, el agua desarrolla su potencial sobre los sentidos. No
solo se la puede ver, se escucha el ruido que provoca su caída, se huele
el rocío sobre el césped y fundamentalmente, se siente el cambio de
temperatura.
El edificio es la estructura y
nada más que la estructura. Busco, como en mis últimos trabajos,
hacer más complejas las descargas de fuerzas, trato de complicar el
camino de la gravedad, esa línea imaginaria que une las cosas al suelo por
el camino más corto posible. Las vigas se desplazan ya sea invirtiéndose
para obtener un determinado encuadre del paisaje, o haciéndose presentes
para proteger el lugar del sol del oeste o interviniendo en la escala
del ambiente. Las vigas desfasadas, desde el interior complejizan la
lectura de su estabilidad, y en el exterior se aparean al horizonte.
La edificación no tiene más
lenguajes que lo que la sustenta, es como son nuestro pueblos
en la inmensidad del territorio: aerolito caído del cielo, una roca tirada
en el campo. (1)
(1) RAFAEL IGLESIA, de la memoria del proyecto.
Agradecemos por el material fotografíco reproducido a Gustavo Frittegotto y por la documentación del proyecto al arquitecto Rafael Iglesia.
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